La mayoría de vendedores del dominical, en consecuencia, lo son por tradición familiar. Montserrat Devora, regente de un puesto de libros y novelas, empezó desde bien pequeña. No logra recordar cuándo exactamente, pero no se imagina su vida sin la cita inalterable de los domingos: “Quizás he faltado alguna vez, pero ha sido muy poco”. Sobre los motivos por los que le gusta trabajar en el mercado, dice: “Me gusta venir aquí porque me encanta la lectura y es un sitio donde puedes encontrar cosas interesantes..."
Marina Escolar
[ Publicat a Facebook el 29-05-2017 ]
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