Sin despuntar el día, los paradistas se afanan en preparar sus espacios. El frío de enero recorre los pasillos, solo se escucha el ir y venir de los carros donde guardan sus tesoros. En los rostros se dibuja la incertidumbre gélida a la espera de paseantes curiosos que hagan de sus hallazgos nuevas ilusiones. El mercado despierta y os aguarda...
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Facebook el 8-01-2017 ]
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