“En la Ronda siempre había gente. Las terrazas de las cervecerías llenas hasta la bandera. (…) El mercado de Sant Antoni. ¿Cómo era yo, cuando las mañanas de domingo venía a cambiar cromos, a comprar tebeos? Mi madre se quejaba: no quiero que traigas estas porquerías en casa. Y decía: Dios sabe por qué manos han pasado y si eran manos de enfermo, ¿me oyes?…”
(Traducción libre de: Aquell gust agre de l’estel.
Robert Saladrigas. Editorial Selecta. 1977. Barcelona. Pág. 458.)
[ Publicat a Facebook el 13-12-2016 ]
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada