«... De toda la vida, ha sido indispensable el funcionamiento de un mercado dominical de libros viejos, que durante una larga época estuvo instalado en la acera superior del Paralelo, y que finalmente ancló en el mercado de San Antonio, aprovechando las marquesinas que los días laborables usufructúan los encantistas.
El mercado dominical de San Antonio, sin despreciar el libro, va derivando paulatinamente en mercado de cromos para álbumes. Lo frecuenta un gran contingente infantil, que realiza las transacciones en plena calle.
Sin embargo, siempre es posible encontrar allí a gente conocidísima de Barcelona –médicos, abogados, pintores, financieros-, quienes, amén de grandes lectores, son unos sibaritas, buscadores del placer que supone descubrir una perla bibliográfica enterrada en un montón de literatura de tres al cuarto.»
El Mercat Dominical Sant Antoni siempre ligado a la vida de nuestra ciudad... nos lo recordaba uno de los grandes cronistas de Barcelona, Sempronio (Andrés-Avelino Artís), en un fragmento de SONATA A LA RAMBLA (Editorial Barna, Barcelona, 1961).
(Gràcies per la cita, Txiqui Navarro!)
[ Publicat a Facebook el 02-04-2017 ]
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