El escritor Juan Marsé en Noches de Bocaccio, (publicado por Alfabia, Barcelona, 2011) hizo una radiografía de una generación.
Recogemos un fragmento en el que el Mercat Dominical de Sant Antoni aparece como un nexo cultural siempre presente:
«Aprovecho que C.C. ha salido un momento y me hago con la agenda. La abro.
Anotados curiosos planes estratégicos, de una escalofriante ingenuidad:
"Para mañana domingo:
1) Comprar programas antiguos de cine en mercado San Antonio y presentarme con ellos en casa Terenci Moix hora comer y hacerle regalo.
2) Ligar con su hermana Ana y conseguir que me presente a su editora y amiga Esther Tusquets.
3) Ligar editora y contrato-anticipo no menos de 25.000 pts. por próxima novela titulada El vampiro de la Sagrada Familia o El monstruo del cine Delicias."
Y algo más abajo: “No, muy complicado. Mejor hacer amistad íntima con Oriol Bohigas. Manera:
1) Hablarle mal de Ricardito Bofill en presencia de Salvador Clotas.
2) Clotas encabronarse y querer pegarme, Bohigas apoyar mi criterio y defenderme, y también Rosa Regàs.
3) Yo agradeciendo sugiero Rosa tomar copas otro sitio, solos.
4) Camelar Rosa y ella proponerme contrato con Edhasa...”.»
«Hace ya bastantes años, en la época en que la noche barcelonesa era un Titanic navegando alegre y confiado, lejos todavía del iceberg asesino (nadie pensaba en el hielo salvo al solicitar un whisky o el trago habitual), estaba yo tomando copas en la barra aterciopelada de Bocaccio, cuando, inesperadamente, un joven dibujante de cómics y prestigioso ilustrador, al que solo conocía de vista, recaló a i lado aferrándose con ambas manos a una botella. Parecía extenuado y empapado, como un náufrago escupido por el oleaje promiscuo de la noche. A nuestra espalda, en las concurridas mesas de la gauche divine, chapoteaban las salutaciones, las conversaciones cruzadas y las risas.»
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